TEA Y CANDIDA ALBICANS
TEA Y C ALBICANS :
En el presente estudio se ha encontrado que Candida ssp. está presente en las personas con TEA . Concretamente, destaca la mayor prevalencia del género C. albicans.Sin embargo, algunos autores sugieren que esta diferencia puede que sea parcialmente significativa, debido a que hay una amplia dispersión de los valores de Candida spp.
En relación con los aspectos nutricionales, el presente estudio sistemático no aporta análisis de relaciones entre las variables dietéticas y la prevalencia de hongos. Según Kantarcioglu el papel de C. albicans en el intestino puede causar una menor absorción de carbohidratos y minerales, y niveles más altos de toxinas que se cree que contribuyen a los comportamientos autistas .
Sin embargo, aún se sabe poco sobre la implicación de Candida spp., y en concreto de C. albicans y otros tipos de hongos (T. mucoides y S. cerevisiae), en los niños con TEA .
En cuanto al estudio de los trastornos gastrointestinales funcionales en el autismo, la totalidad de los estudios encontrados no halla relaciones positivas entre los síntomas gastrointestinales y la presencia de Candida spp.
Del mismo modo, existen dudas sobre la relación positiva entre Candida spp. y la sintomatología del TEA, debido que unos autores señalan dicha asociación , y otros, no
Entre las limitaciones observadas en cuanto a procedimiento y metodología, cabe señalar que tanto el estudio de Iovene et al como el de Kantarcioglu et al emplean técnicas de cultivo que pueden considerarse poco profundas y sensibles, y ello puede condicionar el hecho de no encontrar relaciones entre variables. En este sentido, Strati et al emplean un método de pirosecuenciación dirigida del gen 16S rRNA, caracterizado por ser más profundo y sensible.
Por otra parte, ninguno de los estudios aporta el nivel de discapacidad intelectual y la gravedad del TEA. Asimismo, algunos de los estudios no incluyen el grupo control sano y el tratamiento estadístico adecuado.
En resumen, son necesarios más estudios en este ámbito. Las futuras investigaciones deberían homogeneizar tanto los análisis de laboratorio como los estadísticos para poder desarrollar estudios metaanalíticos sobre las bacterias y los hongos implicados en el TEA.
¿"Perfiles" microbianos?
Los niños autistas tendrían una flora menos diversa que la de otros niños , con una baja cantidad de ciertas bacterias conocidas por sus efectos beneficiosos como Bifidobacterium, pero una abundancia de otras (Lactobacillus, Clostridium…). Además, en el intestino de los niños autistas habría una proporción de Candida (particularmente Candida albicans) más alta de lo normal.
Este hongo produce amoníaco y toxinas que podrían influir en la función cerebral y agravar los trastornos intestinales bacterianos.
La microbiota: ¿una esperanza terapéutica?
Actualmente se están explorando varias pistas de investigación. Los probióticos podrían mejorar los trastornos gastrointestinales y aliviar los síntomas autistas, al igual que algunos antibióticos. El trasplante fecal10 en niños y adolescentes también resultaría útil para disminuir la aparición de conductas autistas y trastornos intestinales asociados7, a pesar de tener un riesgo infeccioso importante.
En definitiva, la alimentación presenta un interés indiscutible: la administración de suplementos de omega-3 podría mejorar la conducta y una dieta sin gluten ni proteína láctea, así como una dieta rica en grasa pero pobre en azúcares (dieta cetogénica), podrían aumentar la sociabilidad y la capacidad de relacionarse y reducir la frecuencia de estereotipias.
Partimos de que existe un eje cerebro-intestino-microbiota, donde sus componentes actúan de forma bidireccional. Su correcto funcionamiento es vital en el mantenimiento de la homeostasia (equilibrio armónico) y se vincula con la evolución de múltiples desórdenes metabólicos y mentales".
"La MI es sin dudas el mayor y más complejo ecosistema microbiano asociado al hombre. Forma con su huésped una estrecha simbiosis, debido a cientos de miles de años de evolución conjunta.
Esta interaccion individuo-MI, se establece de forma muy temprana y juega un rol importante, por ejemplo: en la digestión, la producción de vitaminas, desarrollo y maduración del sistema inmune e intervienen en la síntesis de neurotransmisores (serotonina, dopamina). Por lo que se relaciona a la MI con el desarrollo cerebral en las primeras etapas de la vida. Además de todas estas funciones biológicas, constituye una barrera de defensa contra otros MO patógenos".
"Cándida es un MO oportunista, que normalmente forma parte de la MI, en pequeñas proporciones. Presenta dos fases: una en forma de levadura y otra en forma de hifa*. Salvo excepciones, cuando se encuentra en forma de levadura está como comensal (cuando una especie se beneficia de otra sin causarle perjuicio), y en forma de hifa se relaciona con procesos patológicos. Este MO presenta un crecimiento controlado por el sistema inmune y fundamentalmente por la MI. Cuando este delicado equilibrio natural se descompensa (disbiosis), Cándida cambia de fase y extiende la hifa, y perfora la membrana intestinal, fijándose a ella, provocando lesiones que permiten el paso de macromoléculas y residuos metabólicos de las levaduras al torrente sanguíneo, lo cual causa daños en el SNC, reflejándose en cambios de comportamiento y empeoramiento de los síntomas del TEA".
¿Cómo evitar que ocurra el desbalance en la MI en las personas con TEA?
"Es importante controlar el uso de medicamentos, fundamentalmente el abuso de los antibióticos, ya que suelen generar disbiosis al afectar la microbiota normal y estimular proliferaciones de MO oportunistas. Mantener una dieta adecuada también constituye un elemento esencial a tener en cuenta a cualquier edad. Se deben evitar los alimentos ricos en azucares y levaduras como los dulces, bebidas artificiales, comidas fantasías (chucherías), pan, galletas y pizzas.